Los churros son un dulce frito que se ha convertido en un producto emblemático de la cultura española. Su origen es incierto y suscita numerosas teorías. Algunas apuntan a México, mientras que otras apuntan más cerca, en España. Estas teorías defienden que los churros nacieron como alternativa al pan fresco para aquellas profesiones que requerían alejarse de casa, como el pastoreo. De hecho, se dice que el nombre del “churro” viene dado por los pastores de las ovejas churras, una raza propia de Castilla y León. Otros historiadores defienden que el churro es una evolución lógica de la cocina árabe (precursores de los buñuelos). Este tipo de frituras hechas a partir de masas elaboradas con harina y agua eran muy comunes en toda la zona mediterránea, por lo que no es descabellado pensar que fueron extendiéndose desde allí a toda Europa. La teoría más plausible defiende que el origen de los churros reside en el sur de China, donde se consumen los conocidos “youtiao”, una especie de palos fritos de pan, muy típico de la cocina oriental. A diferencia de los churros, la forma de los “youtiao” se realiza estirando la masa, y no con una manga pastelera. Además, esta elaboración china suele tener un toque ligeramente salado, a diferencia de nuestra interpretación dulce.
La receta de los churros es bastante sencilla. Se elabora con harina, agua, sal y aceite. La masa se introduce en una manga pastelera con una boquilla estrellada y se fríe en aceite caliente. Los churros se suelen acompañar de chocolate caliente, aunque también se pueden tomar con café con leche o incluso con horchata.
En cuanto a la evolución de los churros, se sabe que en la Edad Media se consumían unos dulces fritos llamados “calientes”, que eran muy similares a los churros actuales. Con el paso del tiempo, los churros se han ido adaptando a los gustos de cada región, y se han creado diferentes variedades, como las porras, los tejeringos, los churros de chocolate o los churros rellenos.
Los churros pueden adquirirse en las numerosas churrerías de todo el país, y son un dulce muy popular en España, especialmente en los momentos más fríos del año. De hecho, al igual que la tradición de las 12 uvas en fin de año, es tradición desayunar durante año nuevo acompañado de esta masa frita. Los churros son ideales para compartir con amigos y familiares, y para disfrutar de un desayuno o merienda diferente y delicioso.
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